Los ácidos grasos son los componentes básicos de las grasas, junto con el glicerol. La grasa se forma por la combinación de glicerol y tres ácidos grasos. Las grasas representan una parte importante de nuestra alimentación. Los ácidos grasos son esenciales para asegurar el buen funcionamiento del organismo. Tienen un papel importante como fuente de energía, elemento constitutivo de la membrana celular y precursor de un buen número de sustancias que garantizan el buen funcionamiento de las células y los tejidos.
Los ácidos grasos que el cuerpo no puede sintetizar son ácidos grasos esenciales.
Es importante absorberlos en la cantidad adecuada a través de nuestra alimentación. Existen dos tipos de ácidos grasos esenciales: el ácido alfalinolénico (omega 3) y el ácido linolénico (omega 6). El organismo utiliza estos ácidos grasos madre para formar los ácidos grasos funcionales como el ácido araquidónico, el ácido eicosapentanóico (EPA) y el ácido docosahexaenóico (DHA). Un conjunto equilibrado que combina ácidos grasos omega 3 y omega 6 es primordial. Nuestra alimentación occidental, particularmente rica en aceites vegetales y grasas animales, suministra proporcionalmente demasiados grasos omega 6 y pocos grasos omega 3. Un aporte complementario en ácidos omega 3 se recomienda.